PROFETISA MARTHA LUCIA

ABUSO ESPIRITUAL, CUIDADOS A LA NIÑEZ, ENRIQUEZCAN SU CONOCIMIENTO ESPIRITUAL

Estad alerta a todos los fortuitos y cambios en general, mas no os asustéis. Siempre estad listos para obrar, no para quedarse mirando desde la barda. No seáis espectadores, ni metidos en las vidas de otros; sean activos, vivan sus propias vidas y destinos. Cumplan lo mejor posible su misión.


Cuando se metan en las vidas de otros, que sea para ayudar a sus hermanos, no para dañar sus vidas y reputación. Por cada uno de vosotros que no cumple la misión buena que se le ha dado; son sus centenares de descendientes los perjudicados y los que vivan con ellos en sus épocas. Mirad pues el daño que hacen los malvados.

Un cristiano hijo de Dios no teme el presente, el mañana ni el futuro. No vive pensando si llega o no el juicio final o el fin del mundo conocido. Vive cada día como si fuera el último, conservando a Dios en su corazón y acciones diarias. No le importa si se acaba esto o no, porque sabe que si perece, va al paraíso donde Yahveh, porque para él no hay muerte, sólo un cambio de vestido, que lo lleva a morar eternamente en la casa de Dios Padre.

Dejen a los niños vivir su niñez y disfrutar su inocencia, hay niños a los que les enseñan a prostituírse o a volverse adictos, desde pequeños. Aquellos hijos de drogadictos, cuando nacen, ya traen en sus genes y en su cerebro, la adicción a las drogas. Los hijos de ramera, también traen sus genes lisiados y existe un alto porcentaje de probabilidades, de que se vuelvan putas o putos, apenas empiecen a relacionarse con los otros niños.

Duele ver a un niño o niña de 4 a 6 años, que tienen más vicios y mundo que San Antonio o la perra de San Roque, según dichos populares. A tan temprana edad, hay muchos que andan tragados y sufriendo por amores materiales, embriagándose y oyendo música de tusa, como si fueran adultos.

Hijos: vivan un día a la vez, no quieran apurar todos los vicios, diversión y placer, de un solo trago; después quieren suicidarse, porque no tienen alicientes para vivir. Hay algunos-as que practican sexo con tantos otros que se vuelven homosexuales con el tiempo, caen luego en el masoquismo, en el sadismo y terminan copulando aberrantemente con animales y en condiciones indignas e infrahumanas.

Cuando más perdida está el alma, menos se satisface ni alegra con nada. Descubran y alimenten su espiritualidad y verán qué ganancia tan grande es; en todo momento estaréis alegres y nada os hará infelices, si dejáis entrar a Yahveh en vuestras almas y corazones. Paren ese ritmo loco que llevan, analicen lo maravillosos que son y dense el buen trato por la dignidad que tienen, que se merecen como príncipes de luz y verán, que hasta las cosas más simples, les harán felices. Gracias benditos. MARTHA LUCIA.