BLASFEMIA CONTRA EL ESPÍRITU DE DIOS

BLASFEMIA CONTRA EL ESPÍRITU DE DIOS
INTRODUCCIÓN: Se nos ha enseñado que la muerte, es la cesación de todo hálito o signo de vida en un ser. Os enseñaré que ésa no es la muerte, la verdadera muerte se consigue por maltrato al Espíritu de Dios, Veamos…

NUESTRA ESENCIA Y LA ESENCIA DE LA CREACIÓN
Sabemos que la creación o universo infinito es un hombre cósmico, conocido por nosotros como la Santísima Trinidad: cuerpo, mente y espíritu; Hijo, Padre y Espíritu Santo respectivamente. Que el Dios Verdadero que conforma la Trinidad fue conocido por nuestros antepasados como Jesús de Nazaret, porque en Él estaban contenidos los tres Dioses:
-DIOS PADRE: Yahveh, cerebro, mente e inteligencia de la creación, el que ordena, controla y cuida a todos y así mismo.
-DIOS HIJO: Jesús de Nazaret. Se le llama Hijo, porque es el producto de un desdoblamiento del Dios Padre, y es el fruto de la unión entre el Padre y el Espíritu; para volverlo materia debió enviar su semilla directamente a María (encarnación del Espíritu Santo). En el momento de la fecundación tomó el ser de Jesús para la eternidad, su esencia humana completa. Antes de crucificarlo y matarlo era: cuerpo, mente y espíritu, como el Creador. Después de la crucifixión es: Mente, Espíritu y Cuerpo espiritual o energético: Adonai.
-DIOS ESPÍRITU SANTO: María es la encarnación completa del Espíritu de Dios. Elohim María (Trinidad María) es el Espíritu Santo. Es la Madre Naturaleza, es el motor eterno que da vida integral en cuerpo, mente y espíritu a todos los seres de la Creación y al Creador.

Cada ser y astro de la Creación, forma parte de la Santa Trinidad: Yahveh Jesús, el Dios Único o Adonai. Sean seres superiores o primitivos simples. Animales racionales o semirracionales, vegetales, o minerales; todos están dotados de vida y energía latente o inerme. Todos tienen inteligencia latente o inerme y todos están dotados de espíritu dependiente todo el tiempo o independiente del Espíritu Santo. Los dependientes reciben el espíritu y la energía por ósmosis, los independientes lo reciben directamente por el cordón de vida o espiritual y la energía la reciben por ósmosis a través de todos sus poros.

Al saber que nuestra esencia hace parte de la esencia de la Creación y del Creador, debemos ser conscientes que toda violación a las leyes naturales, agrediendo cualquier ser o astro por maldad, ociosidad, curiosidad, temeridad, cobardía o estulticia; es una agresión directa al Creador y específicamente contra el Espíritu de Dios. Según la Biblia la blasfemia contra el Espíritu Santo, genera muerte y os digo: todo ataque, maltrato y blasfemia contra el Espíritu de Dios, genera muerte. Se atenúa la pena, cuando es en defensa personal y no hay otra forma de cuidar al Espíritu de Dios en cada uno de nosotros, sus seres.





















ES O NO MUERTE LA QUE CONOCEMOS O ES VIDA ETERNA

INTRODUCCIÓN: Se nos ha enseñado que cuando perecen los cuerpos materiales de los seres o astros de la Creación, ese estado recibe el nombre de muerte, porque supuestamente cesa todo hálito de vida. Yo os digo que no.

Realmente al perecimiento o deceso del cuerpo material, nunca más deberá llamársele muerte, su nombre verdadero es: Transformación o transmutación de la materia en energía o en palabras sencillas, cambio del vestido material por el espiritual o energético.
Cuando el cuerpo material perece, debe ser devuelto a la tierra, para con sus despojos integrarlo como abono y fuente de energía para millones de seres que se nutren o nacen de esos despojos. La cadaverina pudre la materia y otros elementos y factores externos e internos de y a ese cuerpo, van transformando sus sustancias para integrarlo al hábitat mediante nuevas vidas o como alimento de otros.

CAMBIO DE VESTIDO O TRANSMUTACIÓN: La Biblia enseña que el Espíritu de Dios toma carne en cada ser de la Creación y cuando cesa esa vida material, lo abandona, retira esa emanación de su espíritu y la integra de nuevo a sí mismo. Ese es el cambio de vestido material por el espiritual de cada ser de la Creación.
Ésa es la esencia de Adonai: Mente, cuerpo energético y espíritu de Dios.
En la mente del universo quedan los recuerdos y memorias de todo lo realizado por cada ser de la Creación. En el cuerpo energético viven eternamente todos los seres que dejan su materia y han cumplido con su misión benigna y del Espíritu de Dios forma parte cada ser que ha regresado al plano espiritual o esotérico.

Todo ser desencarnado está dotado de:
CUERPO ENERGÉTICO: Cuerpo de resurrección, eterno: Jesús
MENTE E INTELIGENCIA: Para seguir controlándose, aprendiendo y cumplir con su misión de vida en el plano esotérico: Yahveh
ESPÍRITU: Emanación del Espíritu de Dios, que les permite manejar su presencia esotérica y de acuerdo a ello, equilibrar o desequilibrar su entorno.
No es muerte lo que conocemos, es un simple cambio de presencia integral material por presencia integral espiritual. Esa es la opción de vida eterna, que nos dio el Creador, a través de su crucifixión como Jesús el Nazareno.
VERDADERA MUERTE: Se genera por: Violación, estupro, incesto, asesinato, calumnia, blasfemia, perjurio, traición, engaño, burla, comercio de seres por otros o por sí mismos, propagación de vicios, estafas e irrespeto de la esencia, la privacidad y el pudor de cada ser.
El suicidio ocasiona la muerte verdadera, cuando es el ser, sin ninguna causa quien lo genera, para él mismo. Cuando son otros: demonios y seres, quienes lo empujan a suicidarse, son ellos quienes deben morir en la eternidad y el suicidado pasa a purgar y recuperar su alma.
Muerte verdadera es la que sufren de inmediato los que irrespetan, blasfeman y maltratan al y contra el Espíritu Santo.
Cuando alguien mata a otro (sin defensa propia) desaparece el cuerpo material del asesinado, mas el asesino pierde su alma de inmediato y su mente nunca tendrá tranquilidad ni equilibrio en el plano material. Cuando desencarne su alma, será enviada a la nada, morirá eternamente. Sólo el arrepentimiento, el cambio del ser, el perdón y el tratar de enmendar el mal hecho, podrán ayudar a recuperar esa alma para el purgatorio donde empezará su carrera evolutiva de salvación.