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martes, 22 de febrero de 2011

MATRIMONIO, CELIBATO, VESTIDO, CARIDAD QUE ES AMOR

A los que creen que el celibato es obligatorio, vuelvo y les recuerdo que Dios hizo a cada oveja con su pareja. Todo hombre viene a este mundo con su pareja, porque la condición humana, es así, hecha para unirse en pareja.

La unidad del matrimonio es integral y no es pecado unirse sexualmente a la pareja para procrear y darse amor. Mirad lo que habla san Pablo l7,1-13, procurad no ocasionar mas mal a vosotros y a vuestros hermanos, dañándolos o impidiéndoles que hagan lo que de natura les viene. Todo ser humano es apto para amar y procrear.

El alma humana por ser mas inteligente, es más sensible y para su equilibrio integral y buena salud, necesita tener su pareja junto a sí, sin prohibiciones que Yahveh no ha decretado. El cuerpo humano necesita deshumorar y equilibrar sus energías y sólo amando a su pareja en una relación sana y con mesura, sin desordenarse lo puede lograr. Ni muy muy ni tan tan. Ni demasiado coito, ni ausencia de él, porque enferman del cuerpo y del alma. Por eso necesitan su pareja, solos no pueden vivir sino los que por fanatismo o enfermedad de su cuerpo integral no toleran tener pareja y deciden quedarse célibes y castos, como aconseja la Biblia a los que repudian el matrimonio.

Están en su derecho, como también lo están los sacerdotes y pueblo de Dios que se quieran casar. Este derecho y misión principal nace con el hombre, ni el papa ni ningún ser del planeta tiene la potestad para impedirle a sus hermanos que lo hagan, si están dentro del grado de parentesco permitido y respetan las leyes de Dios integrales.

En cuanto a la forma de vestiros y vuestra apariencia personal, vuelvo a recordaros que os cubráis las partes pudendas y procurad no ser vulgares ni impúdicos en el vestir. No importa si combinan o no los diseños y colores, si las modas que usáis van acordes o no con vosotros y vuestra edad, vestíos como vuestras almas se sientan cómodas. Ningún hijo de Dios o pastor, tiene derecho a criticar porque un viejo se vista como muchacho o sus vestidos no sean muy apropiados en ocasiones. Hay muchos hijos que no tienen con qué comer, menos para engalanarse. Respétense y ayúdense. Formen ONGs que ayuden a dar vestido, calzado, alimentos, salud, vivienda, educación y recreación; a los más humildes. No esperen a que busquen la ayuda, acudan a los barrios bajos o marginados a ayudar.

La caridad verdadera no es sólo la limosna, lo más importante es dar amor y preferiblemente, que este amor sea generoso, más espiritual que material. Amo a mis hijos, pido por todos sin excepción, aunque no me meta a sus casas y aunque se equivoquen conmigo.

No tener amistad cercana, no es odiar; es sólo saber convivir, decir la verdad sin peleas ni hipocresía, convivir sin meterse en la casa de los demás ni en sus vidas, es ser prudentes y previsores, porque ya agredieron sin motivo, si os volvéis íntimos os pueden traicionar y dañar peor, porque llevan la semilla del mal: envidia y resentimiento en sus almas. Tendrían que nacer de nuevo y ser bien criados, para quitarles la mala semilla y la indiferencia por el bienestar propio y de sus hermanos.

En mis libros muchos vecinos buscaron sus tares, luego acabé con mi biblioteca por las investigaciones científicas, algunos los doné a biblioteca pública, a mis sobrinos e hijastro. En ningún momento los incito a ser violentos entre vosotros, debéis perdonar y continuar avante. Lo pasado, pasado es.

Lo que debe hacer el agresor es confesar sus errores a un cura, corregirlos lo mejor que pueda, indemnizar al afectado y seguir viviendo con mejor calidad de vida interior y exterior. La agresión y el pecado, son dura prueba para la víctima; y generadora de perdición y desasosiego para el victimario; unos enloquecen y otros se vuelven más malos o desalmados. Estos últimos tienen el alma perdida totalmente, por eso se portan peor que los animales semirracionales o completamente irracionales.