AL PAPA Y LA IGLESIA UNIVERSAL
Noviembre 21 de 2011, 11:51 A.M. Buenos y santos días. Preparar itinerario de visitas a los países que se alcance el año entrante y en todos los actos del planeta que deba realizar el apóstol mayor Benedicto XVI. Llegó la hora de empezar la gira que debemos hacer juntos, en Nombre de Yahveh Jesús y por orden suya, se llamará: LA CRUZADA DEL AMOR, unión del Espíritu y la Iglesia Universal. Deberán recogerme en mi domicilio y devolverme cuando todo termine.
El pueblo de Dios, deberá hacer una donación especial en cada parroquia de un óbolo especial con destinación para todos estos gastos que vienen de la gira mundial y para que podamos dejar obras de caridad si es posible, en los lugares que podamos en el nombre del Pueblo de Dios.
DEJAD LA MALICIA
Existe malicia, cuando se atreven a decir al aire por medios de comunicación palabrotas con mala intención o no y las cortan. No lo hagan más. Recuerden que no hay que atarse a usos, costumbres, palabras, ideas, sectas, talismanes, figuras, seres o cosas de ninguna índole.
Aprendan a ser abiertos, sinceros sin hipocresía ni tapujos. Lo que van a decir, lo dicen. Si es realidad, nunca será grosería, sólo es la simple y pura verdad, sin por eso sustentar, alentar o impulsar violencia alguna. Que ninguna inclinación, palabra, creencia, uso, costumbre o manía, genere violencia o discriminación. No hago discriminación, cuando digo las cosas. Lo que declaro es la verdad que veo aparente, mi verdad, hay verdades que permanecen ocultas y no debe ser así.
Los mentirosos, engañadores y burleteros, no tienen cabida en esta nueva era, cambien. Sólo siendo abiertos, sinceros, tolerantes, pacientes, firmes y perseverantes; podrán quitar tanto error, mala costumbre y acciones mañas que a diario se dan en el mundo.
Cuando les hablo de mierda, putos, putas o cualquier otra supuesta palabrota, sólo le doy su nombre verdadero a las cosas. No es ninguna grosería. Todos deben aprender a controlar su malicia y no juzgar a los demás desde su propia forma de ser y pensar.
Aprendan a conocer el estilo de vida del otro y que su vida, no ha tenido las mismas condiciones morales ni enseñanzas que las vuestras. Cada quien a lo suyo. Al que le guste ser hampón o mentiroso entre otros delitos, no tiene por qué enojarse porque le reconocen su cualidad. Si son putos o putas, también lo han hecho a conciencia, ¿por qué se enojan si es lo que hacen comúnmente?
Deben sincerarse consigo mismos. A fin de cuentas, cada quién es lo que es; si otro se los dice, no es por ofenderlos, es lo que son en realidad. Por lo tanto, qué importa el qué dirán, no es al pueblo al que deben rendir cuentas, ni a los seres humanos, es a Dios. Si como son, se sienten bien con Dios y con ustedes mismos, es su derecho personal sin interferir en los derechos de los otros y sin violar la ley de Dios en el cielo y en la tierra, porque son corregidos debidamente, por quienes las aplican y vigilan.
Cada quien se cuide y se administre, respetando la ley, la sociedad y el orden universal, al que se salga del rumbo, se le mete con la ley y punto. No como dicen los delincuentes: yo hago lo que me dé la gana y me pongo de ruana a quien me dé la gana. Aunque tengan sus antivalores y sus propias leyes, saben que si los cogen, tienen que pagar y todos sin excepción, cuando pasen a rendir cuentas ante el Justo Juez, serán juzgados y condenados o salvados por igual, en razón a sus acciones, omisiones, intenciones, pensamientos y palabras.
CUIDADO DE NIÑOS Y JÓVENES
No exijan en actos, concursos o reinados de niños o jóvenes, que actúen como adultos e imiten a los adultos. Hagan los actos y concursos o reinados con cosas de niños para los niños y de jóvenes para los jóvenes. Tendrán mucho tiempo para ser adultos y cometer sus propios errores y desaciertos.
El trabajo de los niños es jugar y aprender, el de los jóvenes es jugar, estudiar e ir aprendiendo a laborar y ser responsables para su vida adulta y como padres futuros. En todas las fases tempranas, cuiden la inocencia de sus cachorros, no los inciten a tener pasiones sexuales o amores y costumbres raras que no son de niños o jóvenes.
Da pesar ver cuántos niños y jóvenes, tienen el alma enferma, por haber madurado viches. Cada etapa de la vida, tiene su tiempo, alegrías, aprendizaje y pesares. No dañen el orden, salud y equilibrio de sus descendientes. Procuren que sean ahora niños o jóvenes sanos y felices para que se conviertan en los sanos, equilibrados y alegres adultos del mañana. Gracias benditos. MARTHA LUCÍA.
