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sábado, 14 de enero de 2012

CÓMO ERRADICAR EL MAL

Enero 14 de 2012, 9,43 P.M. Buenas y santas noches. Seguir y cumplir las leyes de Dios en la tierra y en el cielo, nos protege del mal. La oración, limpieza de pensamiento, obra y palabra e intenciones; hacen que el mal no prospere.

Controlar los impulsos, emociones y nuestra naturaleza maligna, hace que el mal se controle y vaya desapareciendo poco a poco, de nuestro ser.

Realizar obras de caridad y misericordia, apoyando y amando como hermanos a todos, especialmente a quien más lo necesita.

Perseverando en la obra del Señor, a pesar de las dificultades y dejando el egoísmo.

Evitar sentir o generar actos negativos o violentos, para no ensuciar ni desequilibrar la creación.

Como comunidad de seres humanos, trabajar por la conservación y el respeto de los derechos de los seres y astros del universo.

Dejar de creer en fetiches, magos, brujos, falsos ídolos e ideologías erróneas. Os parece inteligente que una de las lombrices, poros, células, genes u órganos de vuestro cuerpo, se haga adivinar el futuro? Acomode el lugar de su hábitat con espejos, plantas y aromas, talismanes o figuras para mejorar su suerte? Se haga más bello-a con las ayudas tecnológicas, para tener más poder y fama?

Dentro del cuerpo de Dios, esto es lo que hacéis y no es necesario ni indispensable. No se deja de ser un virus, poro o célula, por más que se maquillen o porque sepamos qué va a pasar con nosotros: morir y resucitar, ése es el misterio y el triunfo mayor: hacerlo en y por el Dios Único, dejando de ser nocivos, como un virus o bacteria y convirtiéndose en sanadores o antivirus, en la creación, amando y apoyando la obra de Dios.

Acercarnos a la Iglesia universal y sus pastores y apóstoles.

Repudiando el mal, reprendiendo, controlando y corrigiendo a los malvados.

Dejando de ser maliciosos y aboliendo la malicia en todas sus facetas y niveles.

No dejarse aconsejar ni andar con malvados o corrompidos.

Cuidando de la inocencia de los niños y su buena educación desde el vientre de la madre.

Ver: Apocalipsis 2,38; 22,16; 1Corintios 6, 11; Efesios 5,26; Tito 3,5; 1Pedro 3,21.

Tomado de mi libro Vademécum Universal. Gracias benditos. MARTHA LUCÍA