CELEBRAR CON MESURA
Octubre 31 de 2011, 10:57 A.M. Buenos y santos días. A todos los que compiten, concursan, juegan y ganan; les recomiendo celebrar sus triunfos con modestia y mesura.
Recordad que Satán está alerta todo el tiempo, para sembrar discordia, envidia, celos y odio entre los hijos de Dios. Si vosotros celebráis con genuina e inocente alegría por la meta lograda, muchos de los vencidos son personas inmaduras, que no aceptan la derrota y como están enseñados a vivir bajo las leyes delincuenciales que han impuesto con su maldad, cuando son derrotados, lo primero que hacen es maquinar o idearse, cómo hacerle daño al ganador. Unos atacan con amenazas, otros con hechos y otros poniéndoles trampas o diciendo que les hicieron trampa y enlodando así la honra y el nombre del-la ganador-a.
Por eso, ante cada meta que logren en sus vidas, no se duerman; deben estar más alertas que antes, porque los fracasados aumentan y así mismo, aumentan las dificultades y males que generan. En todo momento debéis invocar la presencia de Yahveh Jesús y su espíritu en vuestras vidas por medio del Dios Hijo Jesús y pedir que la sangre de Cristo, lave a sus enemigos y los proteja a ustedes de sus maldades.
La actitud de un vencedor, debe ser de sencillez, probidad, madurez, responsabilidad, caridad hacia los perdedores, amor de hermanos y firmeza en todas sus decisiones y actos. Por encima de todo siéntanse protegidos por Yahveh en todo tiempo y momento, pero tomen las medidas necesarias para cuidar de ustedes y los suyos. No se dejen estancar ni obstaculizar su camino y misión de vida buena, por acomplejados, soberbios, violadores de derechos, egoístas e hipócritas, que con una mano les dan caramelos y con la otra os pegan un diablazo. Busquen siempre su fortaleza en Dios, no se dejen enredar, estén alertas.
ENTRE MÁS SUBAN, MÁS SOLEDAD
Si analizan la historia de la humanidad, verán que conforme van evolucionando, cada nueva etapa de ascenso, os trae más sentimientos y personas en contra, menos amigos sinceros y más soledad. No por eso, dejen que se pierda su calor humano, cariño y fraternidad por los demás.
Debéis ser muy cautos-as, porque entre más avancen y más dinero y poder obtienen, más falsos amigos y seres perversos se os acercarán. Gentes que antes os maltrataron, se burlaban de vosotros, os repudiaban y se hacían los que no os conocían, cuando progresáis, se os acercan. No a alegrarse con vuestros logros, sino a ver cómo os pueden dañar de otro modo y llevarse al final la bolsa llena, a costa de vuestro esfuerzo.
Quien ha sido perverso-a con vosotros-as, no deja de serlo nunca, no creáis en su falsedad. Ayuden siempre a sus hermanos-as, quiéranlos, pero no olviden que entre más responsabilidad y poder tengan, menos amor y cariño sincero sienten y os dan hacia vosotros. En cambio, siempre os estarán buscando la caída, para que el golpazo sea más duro, por estar más altos.
Por eso no sean engreídos, pero no se confíen, para que los que se den de jeta contra el planeta, no seáis vosotros, sino Juan pueblo, que se une en gavilla para dañar a los que evolucionan y procuran mejorar las condiciones de calidad de vida, para todos.
MANERA CORRECTA DE OBRAR DE JUAN PUEBLO Y LOS VENCIDOS
Cuando participen en juegos, concursos, competencias o convocatorias de lo que sea, no pierdan su identidad como hijos de Dios. Recuerden que es sólo un juego o un concurso, no se sientan mejores ni peores que nadie. Ganen o pierdan siéntanse bien, y sientan el orgullo de ganar o perder por sus propios méritos, no por haber hecho trampa alguna.
Recuerden que el jugar y el concursar, es sólo por el placer de competir, medir fuerzas y destrezas con sus hermanos-as, no para acabar con ellos, dañándolos o matándolos. Por eso, cuando pierdan, siéntanse orgullosos-as y alegres; tienen un logro mayor que el del ganador: son valientes, porque sabiendo su debilidad, se probaron con otro más fuerte y estuvieron en igualdad de condiciones, esforzándose igual, trabajando igual, por el progreso y sólo les faltó un poquito de esfuerzo o apoyo para ganar. Otra vez será. Aunque se prueben muchas veces y no puedan ganar, siéntanse ganadores también como el vencedor.
Mirad: nadie pierde en una competencia en realidad. El ganador obtiene su ascenso o premio material, que lo probará más para su ascenso espiritual. El perdedor pierde su premio o ascenso material, pero logra su ascenso espiritual de inmediato. La conquista de su propio ser, dominando su animal interior y aceptando como logro espiritual la pérdida. Dando amor al ganador e incentivándolo y ayudándolo para que siga ascendiendo y superándose. Ésa debe ser la actitud de todo hijo de Dios que se tiene y valora como tal.
EN AMOR NO COMPITAN
Cuando tengan novio-a, prometido-a o esposo-a; respétenlo-a y háganse respetar de su pareja. No es bueno aceptar personas mentirosas, poco serias y que toman por juego el amor; porque es muy seguro, que el que engaña y miente desde el comienzo, lo hará siempre hasta el final de la relación y es un ser sin valores morales e irresponsable.
Cuando además son capaces de conseguirse otra pareja, confabular con ella y engañarlos; no deben continuar ni tener amores con alguien así. No sirve para tener un hogar y un matrimonio sano, leal y fiel. Lo único que se consigue con un ser así, son problemas. Procuren evitarlos.
Los seres que esto hacen, o son muy celosos y desconfiados o son muy cínicos y calculadores. A esos seres así les recomiendo ir donde el psiquiatra, para que los ayude a cambiar, a no enredar a otros y por ende enredarse ellos mismos en sus propios engaños y mentiras.
Cuando de verdad o en serio, les roben su amor, su pareja o esposo-a y quieran además convertirlos-as en el hazmerreir de otros idiotas, simplemente háganse a un lado y continúen su vida como si nada hubiera pasado y nunca hubieran conocido seres tan locos y tan rastreros.
Las burlas que hacen a otros, en realidad son hacia ellos mismos. Con sus componendas y mala forma de ser, los únicos que pierden el tiempo, esfuerzo y energías, son ellos-as y sus queridos-as, que creyéndose muy avispados-as, se burlan de otros que con su actitud e ignorándolos, puede mostrar que no son sino acomplejados-as, babosos-as, boludos-as, que creyéndose geniales por sus ocurrencias, se convierten en estúpidos-as, ante Dios, los demás y ante sí mismos.
Todos merecen respeto y son respetables, no hay ni uno-a que valga más que otro-a, siempre que no se porten como imbéciles. A los desocupados-as ociosos-as, les aconsejo que usen más la inteligencia en su misión de vida buena, se dejen de componendas y de perder su tiempo haciendo daño a otros y por ende haciéndose daño a sí mismos y a su armonía integral.
El agua pasada, no fue remolino y nunca volverá al mismo lugar, ni se repetirá el tiempo que pasó. Lo que se va, se va y el tiempo ido nunca regresará. Así mismo, aplíquenlo a una persona no sincera o mentirosa: adiós y a otro cuento pajarito-a.
A los que les gusta obrar así, les digo: cuenten cuántas veces han triunfado con su estrategia y forma de ser y verán, que es mucho lo que pierden y muy poco lo que ganan. Diviértanse a costa de otros-as y disfruten mientras puedan. Pero en amores, no valen juegos, concursos, ni competencias de ninguna índole.
Eso, es lo hermoso del amor verdadero, es o no es verdadero amor; y una vez persuadidos de la verdad del falso amor, alejarse de esos amores enfermos o falsos y seguir su camino, que en alguna parte hay otro ser, que sabrá dar verdadero amor, no amor de circo o de juguete comunitario.
Amar a Dios, al prójimo y a sí mismos, con dignidad, respeto, responsabilidad, control y orden en todo momento y lugar. El desorden y el descontrol, no conducen a nada bueno. No acepten competencia alguna. Si es amor verdadero, sigan con la relación y matrimonio, si no lo es, aléjense y cuídense de no volver a caer en el mismo error. Eso es todo lo que hay que hacer en estos casos, sin violencia, odio, ni rencor alguno.
Cada quien en sus propios calzones, zapatos, camino y destino. Amores donde muchos meten la trompa, opiniones y las manos, no sirven. Muchas manos en el mismo plato generan suciedad y es antihigiénico.
En el amor, se debe confiar en la pareja, ser sincero-a para que devuelvan sinceridad, no ser complicado-a, no enredar para que no lo-a enreden y estar muy seguros del amor que sienten y del de su pareja.
Sólo un amor de pareja sólido y firme como roca, puede enfrentar todas las dificultades y obstáculos que se le presenten. Todo se sintetiza en esta frase: el-la inseguro-a en el amor y mentiroso-a enredador-a, se lo lleva el putas. De esta actitud devienen muchas desgracias. Gracias benditos. MARTHA LUCÍA. 2:20 P.M.
