PARAÍSO; PECADO

PARAÍSO. Noviembre 16 de 2012. 11:57 A.M. Buenos y santos días. Jardín del Edén, donde vivieron Adán y Eva. El paraíso de Adán y Eva, en el primer planeta, en la etapa que se da el origen del hombre por evolución y todo el plano material. No había malicia, ni maldad de ninguna especie o clase. Todo era inocencia, naturaleza benigna y bondad. Por eso abundaban las gracias y bendiciones. 

Todo lo que había: animales, vegetales, minerales, compuestos y elementos era para el bien de todos. En igualdad, sin preferencias ni egoísmos. Cuando entró el mal a la naturaleza de la creación, los hombres olvidaron que todo pertenece a Dios, que nada les pertenece, todo es prestado.

Para volver a vivir en el Edén, debemos dominar nuestra naturaleza maligna y erradicar el mal desde nuestro interior para que desaparezca en toda la Creación. Para lograrlo, debemos devolver la propiedad de todo lo que existe, al Creador, coadministrarla y atender en igualdad, las necesidades de todos los seres, sin distingos, prevalencias, egoísmos e hipocresía o ambición. Se debe quitar el poder del dinero o abolirlo y todo poder adquisitivo y compartir los bienes entre naciones y hermanos, con igualdad y celeridad. Sólo así, recuperaremos el equilibrio y la paz de la creación.

Recordad que por más bienes materiales que poseáis, nunca después de abandonar vuestro vestido humano, podrán llevarlos al plano espiritual. Al cuerpo del Espíritu Santo, sólo pueden llevar las buenas obras, el amor a Dios y a vuestros hermanos.

En el Espíritu Divino, se encuentra el Paraíso, es el descanso y la gloria eternos, en la Casa Santa de Jerusalén, amando al Creador y nuestros hermanos, evolucionando constantemente y viviendo en paz y santidad.

Velad, no se sabe el día ni la hora, muy pronto el Divino Señor hará que sus hijos sean salvos y tendrán vida integral eterna. Se llamará a todo ser pasado y presente, se resucitarán, juzgarán y se enviarán aquellos perdidos a la nada en espera del castigo eterno, habrá un período de mil años en el infierno al final del cual, serán llamados los perdidos para restituir a aquellos que sean dignos de ello al cuerpo del Espíritu Santo, para que inicien su evolución y sean desaparecidos para siempre el mal, la naturaleza maligna del universo, el demonio con sus huestes por siempre, eternamente, de la creación.  Gén. 2,8.15; 8,23.23; Ez. 28,13; 2 Cor. 12,4; Ap- 2,7; Lc. 23,43.

PECADO. Acción con que se peca. Transgresión de la ley Divina. Toda violación a la ley Divina, es pecado. Se peca por acción, intención u omisión.

Peca el que comete el pecado, el que lo induce sea hombre o demonio y muchas veces el que incita al pecado con su maldad e impudicia.

Como la naturaleza maligna del universo, manejada por el demonio y sus seguidores, es la que inclina a los seres a obrar mal, en el juzgamiento son penados con mayor severidad que sus influenciados.

Pecados realizados por taras genéticas de cualquier índole cerebral, se tienen por no ejecutados. Sólo el demonio responde por ellos.

Si el pecador se arrepiente, pide perdón y no vuelve a pecar, además de restituir o indemnizar a los dañados, se salva su alma. Mucha oración ayuda a recuperar el alma. Debe hacerla el pecador en vida, no confiarse en las oraciones de los demás. Si eso hacen con malicia, de nada les servirá para salvar sus almas. A dios no se engaña. 1Sam. 2,25; Sal. 13, 5.6; 52,4; Jer. 31, 29-30; Mc 2,17; Lc 5, 31-32; 1Jn, 1,8-10; 2,1-2; 3,29; 5,16-18. 

A cuidar unos de otros y sobre todo de vosotros mismos sacando el mal desde vuestro interior. Que seáis punto de amor y apoyo para otros, no de caos, discordia ni violencia. Gracias benditos. MARTHA LUCIA.