ATIENDA
SU TIENDA. ASPECTO JURÍDICO. Febrero 10 de 2014,
3:21 P.M. Buenas y santas tardes y semana, familia. Es importante que el
profesional inmobiliario, conozca los contratos que enmarcan su actividad. El
contrato de mandato y el contrato de arrendamiento, así como los derechos y
obligaciones que de ellos se generan para las partes contratantes.
NOCIÓN
GENERAL DE LOS BIENES: el concepto de bien, se refiere
a toda cosa que esté dentro del patrimonio de una persona natural o jurídica,
que sea susceptible de avalúo pecuniario.
Por cosa en sentido
general, se entiende todo ser corpóreo o incorpóreo, apropiable e inapropiable
por el hombre, perceptible o no por los sentidos, ocupe o no un espacio físico
en la naturaleza; en sentido preciso, cosa designa todo aquello susceptible de
apropiación por el hombre: bien tangible que se puede ver y tocar.
Los bienes se dividen
en muebles e inmuebles, considerándose los primeros como aquellos que pueden
trasladarse de un lugar a otro, sin perder su esencia,ni destruirse, como los
animales, los objetos, entre otros. Los bienes inmuebles, son aquellos que no
pueden trasladarse de un lugar a otro, sin perder su esencia o destruirse, como
los edificios, las casas, los terrenos, etc. A continuación veremos más en
detalle estos conceptos:
Los bienes muebles son aquellos que pueden trasladarse
fácilmente de un lugar a otro, manteniendo su integridad y la del inmueble en
el que se hallaran depositados.
Los
bienes muebles, por oposición a los bienes inmuebles, son todos aquellos bienes personales
depositados en estancias que
son transportables, pero que uno no suele llevar consigo. Esto incluye, pero no
se limita, a los elementos decorativos de una vivienda.
En
el Derecho se
incluyen diferentes objetos bajo esta denominación dependiendo de la rama en
que se esté trabajando. Así enDerecho civil no
se consideran cosas muebles aquellas que naturalmente van adheridas al suelo u
otras superficies (lavabos, baldosas, lajas, etc) mientras que éstas si son
consideradas muebles para el Derecho penal (por
ejemplo, pueden efectivamente ser objeto de hurto).
Entre estos podemos encontrar objetos de hogar como neveras, computadoras,
sofás, etc.
Se
consideran inmuebles todos aquellos bienes considerados bienes raíces, por
tener de común la circunstancia de estar íntimamente ligados al suelo, unidos
de modo inseparable, física o jurídicamente, al terreno, tales como las parcelas, urbanizadas o no,casas,
naves industriales, o sea, las llamadas fincas,
en definitiva, que son bienes imposibles de trasladar o separar del suelo sin
ocasionar daños a los mismos, porque forman parte del terreno o están anclados
a él. Etimológicamente su denominación proviene de la palabra inmóvil.
A efectos jurídicos registrales, en algunas legislaciones los buques y
las aeronaves tienen consideración
semejante a la de los bienes inmuebles.
En Derecho civil, la distinción entre bienes
muebles e inmuebles lleva aparejada diferentes consecuencias jurídicas, entre
las que cabe destacar, sin ánimo de exhaustividad, las siguientes:
·
Los bienes inmuebles pueden ser inscritos en un Registro de la
propiedad, lo que ofrece una mayor protección a los titulares de
derechos sobre los mismos.
·
Los bienes inmuebles son el principal objeto de la garantía hipotecaria.
·
Los plazos de usucapión o prescripción adquisitiva
para los inmuebles son mayores que los exigidos para las cosas muebles.
No
obstante, la protección jurídica privilegiada de la que, históricamente, han disfrutado
los bienes raíces y que se justificaba por su mayor importancia económica, ha
ido extendiéndose hacia algunos bienes muebles de especial valor. Consecuencia
de ello es la protección registral otorgada a aviones, buques u otras cosas
singulares, así como la posibilidad de que puedan ser objeto de hipoteca mobiliaria.1
Derecho fiscal
En derecho fiscal un bien inmueble puede ser sujeto o base
de varios impuestos:
·
Impuesto
sobre bienes inmuebles (IBI): tributo o contribución de carácter directo y
naturaleza real que grava la propiedad de una finca. Se paga anualmente, en
función del valor catastral o avalúo fiscal asignado al inmueble.
·
Impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos
de naturaleza urbana: tributo de carácter
directo que grava el incremento de valor de los terrenos urbanos que se pone de
manifiesto como consecuencia de su transmisión. Su cuantía dependerá de los
años transcurridos desde el anterior cambio de titularidad, del municipio en que se encuentre y dentro
del propio municipio de su ubicación en el mismo.
·
Impuesto sobre
la renta: tributo de carácter directo y naturaleza personal
que grava la renta de las personas físicas. En este impuesto se prevé un
supuesto en que se grava la titularidad de bienes inmuebles cuando no son
utilizados por su propietario y no producen ingresos, se trata por tanto de una
"renta presunta" que con carácter general, supone la integración en
la base imponible del impuesto, en concepto de rendimientos del capital
inmobiliario, del 2 por ciento del valor catastral de los inmuebles que cumplan
las mencionadas condiciones. Además, en los casos de transmisión de inmuebles,
la plusvalía obtenida en la transmisión queda gravada también en concepto de
ganancia patrimonial.
·
Impuesto
sobre el patrimonio: tributo directo de
carácter personal que grava el patrimonio neto de la personas físicas. En tanto
que los inmuebles entran a formar parte de ese patrimonio neto, quedan gravados
también por este impuesto.
·
CLASES
DE MUEBLES E INMUEBLES
Tipos de bienes inmuebles
Los
bienes inmuebles se pueden clasificar en:
·
Bienes inmuebles por naturaleza, como el suelo y
subsuelo, el espacio aéreo, las minas y las aguas (art. 656 CC)..
·
Bienes inmuebles por incorporación, adhesión o
adherencia, como construcciones: son muebles adheridos permanente y
materialmente a un inmueblem incorporados por el propietario del inmueble o por
un tercero. Ejemplo: tejas, cercas, árboles para vivero o finca.
·
Bienes inmuebles por destino, o por destinación: aquellas
cosas muebles que por su uso y destinaciñon, se considera que forman parte del
inmueble, deben tener identidad de dueño con el inmueble, favorecen o
benefician al inmueble al que sirven, como utensilios de labranza o minería
(ej.: artículo 570 del Código Civil de
Chile).2
·
Bienes inmuebles por analogía, como concesiones
hipotecarias.
·
Bienes inmuebles por accesión, como las puertas,
ventanas, etc. que en una fábrica, almacén o comercio son bienes muebles pero
instaladas son inmuebles.
·
Bienes inmuebles por representación, como la escritura
que otorga la titularidad registral al propietario.
·
Los muebles tambièn pueden serlo por anticipación,
como las frutas de una siembra de frutales, que pueden ser vendidas aún antes
de coger la cosecha.
CLASIFICACIÓN DE LAS COSAS
a)
FUNGIBLES O NO FUNGIBLES: según puedan substituirse o
no por otra de la misma calidad y cantidad.
b)
CONSUMIBLES O NO CONSUMIBLES: según desaparezcan o no
con el primer uso.
c)
DE ESPECIE O DE CUERPO CIERTO: si se determina de tal
forma que pueda distinguirse de las demás de su especie: un vehículo de otro,
por el color.
d)
DE GÉNERO: si se determina por sus características
generales: carro, casa, moto, caballo, entre otros.
e)
DIVISIBLE – INDIVISIBLE: según admita o no división
física.
f)
PRINCIPALES-ACCESORIAS: según subsistan o no por sí
mismas: casa (principal) jardín (accesoria) entre otros.
g)
PRESENTES-FUTURAS: según existan o no al momento dela
celebración de un negocio jurídico.
h)
SINGULARES: se reducen a la unidad y son simples, como
una piedra, o complejas como una máquina, vehículo, reloj; entre otros.
i)
UNIVERSALES: comprenden derechos y obligaciones, como
una hipoteca, una sucesión o una herencia, entre otros.
j)
PRIVADAS-PÚBLICAS: según pertenezcan a personas
naturales o entidades públicas o de la nación.
A continuación veamos el
sentido general de COSA, en todos los ámbitos:
COSA (DERECHO)
El término cosa,
en el Derecho privado, se refiere al objeto de la
relación jurídica, que puede ser un bien, un derecho o
incluso unaobligación,
en la que además intervendrán personas, siendo éstas los sujetos de tal
relación.
Sobre las cosas recaen los distintos derechos reales (como,
por ejemplo, la propiedad) sobre los que son titulares las
personas. Además, la cosa puede ser objeto de posesión, siendo éste un hecho fáctico de gran
importancia jurídica.
Según su movilidad
·
Muebles: Si se
puede mover o trasladar de un lado a otro. También están los semovientes como
por ejemplo los animales los vacunos no son cosas muebles son semovientes por
que pueden trasladarse por si mismo.
·
Inmuebles: Que
no se pueden mover. Por ejemplo una casa, un terreno, un departamento, un
municipio.
Según su naturaleza física
·
Corporales: Las que tienen que pueden percibirse
por los sentidos y tienen una existencia concreta en la naturaleza.
·
incorporales: no se puede tocar, y solo se perciben
con el entendimiento.
Según su independencia
·
Principales: Que pueden ser por sí mismas, por
ejemplo una hacienda.
·
Accesorias: Que solo cobran sentido acompañadas de
una cosa principal, como un control remoto (en una televisión), o las cuerdas
de la guitarra criolla antes citada, un tractor en una hacienda.
Según su utilización
·
Consumibles: Que dejan de existir con un primer
uso, o que desaparecen del patrimonio luego de utilizarlas. Como el dinero o
las bebidas.
·
No consumibles: son aquellas cosas que no se agotan
en el primer uso ejemplo la ropa.
Según su divisibilidad
·
Divisibles: Que aun separándose en partes sigue
manteniendo su precio económico. Por ejemplo un silo de granjas.
·
Indivisibles: Que pierden su valor si es que se
dividen. Por ejemplo una mesa; pueden pues cambiarse de forma que el bien ha de
ser menos.
Según su capacidad comercial
·
Comerciables:son aquellas cosas que se pueden
comprar y vender, cuya enajenación no está prohibida, en cambio las fuera del
comercio no está prohibida su venta por ejemplo una plaza publica.
·
No comerciables:son aquellas que por disposición de
la ley no pueden ser objeto de relaciones jurídicas privadas, por ende no
pueden ser enajenadas,traspasadas o cedidas. No son susceptibles de apropiación
particular.
Según entidad requerida en el tráfico
Artículo
principal: Bien fungible
·
Fungibles: Son aquellas cosas que pueden ser
sustituidas entre sí, pues están definidas solo en función del género al cual
pertenecen. Para los romanos las cosas fungibles son determinadas por su peso,
número, o medida, y de allí proviene su denominación “in genere”, como por
ejemplo: el trigo, el vino, el dinero, etc. Son sustituibles y pueden ser
cambiadas entre sí.
·
No fungibles: Se caracterizan por la imposibilidad
de ser sustituidas, ya que se determinan por sus cualidades intrínsecas a su
esencia misma. No son sustituibles. Ej.: Un caballo pura sangre del establo nº
5 de la Hacienda de Juan Pérez, no puede ser sustituido.
Según su apropiabilidad
·
Apropiables: Que pueden estar a nombre de una
persona. Por ejemplo una heladera.
·
Inapropiables: Que son comunes para toda la
humanidad. Por ejemplo el aire, el océano.
Según su existencia
·
Presentes: que existen en el momento de ser tenidas
en cuenta. Por ejemplo, una finca
·
Futuras: aquellas que no existen en la actualidad
pero pueden llegar a existir según el curso normal de los acontecimientos. Por
ejemplo, la cosecha del año que viene.
LAS COSAS EN EL DERECHO
ROMANO
El vocablo cosa (res) se usa para indicar
todo aquello que puede ser objeto de derechos, es decir todo cuanto tenga
entidad corporal o espiritual, natural o artificial, real o abstracta y que sea
susceptible de apreciación económica.
Los juristas romanos se referían a ella como al
objeto material (corpus), en oposición a los actos del hombre. Denota
una cosa corporal, físicamente delimitada y jurídicamente independiente.
En las fuentes romanas se encuentra la clásica
división de las cosas en res
intra patrimonium y en res extra patrimonium,
según sean bienes económicos de los particulares o no.1 2
Otra clasificación más comprensiva y precisa,
clasifica las cosas en res
in commercio y res extra commercium. Y
además denomina res nullius a las cosas in commercio que no son propiedad de nadie y res delictae a aquéllas cuya propiedad ha
renunciado el dueño por abandono.
Aquí se cuentan las cosas que no son susceptibles
de relaciones jurídico-patrimoniales por prescripción de la norma divina o por
disposición de la ley, de donde surge la división de las cosas:
·
Res divini iuris:
sacrae, religiosae, sanctae. Las res divini iuris son las cosas de derecho divino. Entre
ellas se encontraban las cosas sagradas (res sacrae), consagradas a los
dioses superiores y puestas bajo su autoridad como los templos; las cosas
religiosas (religiosae) consagradas a los dioses inferiores, como los
sepulcros; y, las cosas santas (sanctae), como los muros y puertas de la
ciudad.
·
Res humani iuris:
communes, publicae, universitates. Las res humani iuris eran las cosas del derecho humano.
Entre las cosas excluidas del comercio se encontraban las cosas comunes (res
communes omnium) como el aire, el agua; las cosas públicas (res publicae)
como las cosas del pueblo entre las que se pueden mencionar el río y sus
orillas, los puertos; y las res
universitates, que eran las cosas que integraban el patrimonio de una
comunidad y que estaban afectadas al uso de sus miembros, como los teatros, los
foros, los baños públicos, etc.
Res in commercium
·
Res mancipi y Res nec mancipi:
Conocidas desde la época de la Ley de las XII
Tablas. Eran mancipi las cosas cuya propiedad se transmitía
por el derecho civil formal y solemne mediante la mancipatio, o mediante la in iure cessio. Eran cosas
mancipables las de mayor valor en la primitiva economía agrícola, como los
fundos o las heredades y las cosas situadas en el suelo de Italia, como el acueducto, los esclavos y los animales
de carga. Todas las demás cosas se agrupaban en las res nec mancipi. Esta
clasificación fue abolida en el derecho imperial con el Emperador Justiniano I.3
·
Cosas corporales e
incorporales: Las fuentes romanas distinguían este tipo de
clasificación,4 5 que
habría obedecido a la influencia de la filosofía helénica sobre el derecho
romano. Las primeras eran aquellas cuya materialidad es percibida por los
sentidos, es decir, las cosas tangibles, como un fundo, un esclavo. Las cosas incorporales eran las que son producto de una
abstracción, como un crédito, el derecho de propiedad, etc.
·
Cosas muebles e
inmuebles: Aparece tras la desaparición de la clasificación
en res mancipi y res
nec mancipi. Son muebles(res
mobiles) las cosas inanimadas que pueden trasladarse de un lugar a otro por
una fuerza exterior, sin ser deterioradas. Soninmuebles, las que
físicamente es imposible que cambien de lugar, como los fundos o predios.
·
Cosas consumibles y no
consumibles: Se distinguió además entre las cosas consumibles, es decir,
aquellas cuyo uso o destino normal las destruye física o económicamente, como
los alimentos y el dinero, de las cosas
no consumibles, que son las susceptibles de su uso repetido sin que
provoque otra consecuencia que su mayor o menor desgaste.
·
Cosas fungibles y no
fungibles: Las cosas
fungibles son aquellas que
pueden sustituirse por otras de la misma categoría, tomándose en cantidad, por
peso, número o medida como lo son el vino, el trigo, el dinero. Son no fungibles las que tienen su propia individualidad
y no admiten la sustitución por otra como una obra de arte, un esclavo o un
fundo.
·
Cosas divisibles e
indivisibles: Un objeto es físicamente divisible cuando, sin ser destruido enteramente,
puede ser fraccionado en porciones reales cada una de las cuales, después de la
división, forma un todo particular e independiente, que conserva en proporción
la utilidad de la cosa originaria. Ejemplo de ello es un fundo. Es indivisible, en cambio, el que
no admite partición sin sufrir daño o menoscabo, o como dicen las fuentes, sin
que la cosa perezca.6 Ejemplo
de éste último son los animales o una pintura.
·
Cosas simples y cosas
compuestas: Las cosas que constituían un solo todo, una unidad
orgánica e independiente eran cosas
simples, como un esclavo, una viga o una piedra. Cosas compuestas eran las que resultaban de la suma o
agrupamiento de cosas simples. Éstas se subdividían en materiales como las
naves o los edificios e inmateriales como los rebaños o una biblioteca.
·
Cosas principales y
cosas accesorias: Principales eran las que cuya existencia y
naturaleza están determinadas por sí solas, sirviendo a las necesidades del
hombre; y las accesorias,
las que estaban subordinadas o dependían de otra cosa principal como el marco
con respecto a un cuadro o la piedra preciosa en relación al anillo.
·
Cosas fructíferas y no
fructíferas: Dentro de las cosas
fructíferas se comprenden
aquellas que dan con carácter de periódico cierto producto o frutos, que
conviene separarlo. Son no
fructíferas las que no tienen
esa cualidad. Ejemplo de fructíferas son la leña de los bosques, las frutas de
los árboles, la leche, como así también las rentas, los alquileres, etc.
BIBLIOGRAFÍA
·
Manual de Derecho Romano. Historia e Instituciones. Luis Rodolfo Arguello. Editorial Astrea,
2000. Buenos Aires, Argentina. ISBN: 950-508-101-4.
TRABAJO:
Defina
las características de los bienes públicos, investigue. Diga cómo se clasifican
los contratos.
EL
TRABAJO. RAZÓN DE EXISTIR, PATRIMONIO Y VIDA DEL HOMBRE.
LA PEREZA ES LA MADRE
DE TODOS LOS VICIOS, MALDADES Y MALES PARA LA HUMANIDAD Y LA CREACIÓN.
El
trabajo fue hecho, para que el hombre tuviera amor a la vida, a su hábitat y a
la creación entera. Es mas feliz un ser que trabaja, que uno al que le dan todo
y permanece ocioso. No es bueno carecer de lo indispensable, pero menos bueno
es, que nos lo den en abundancia, porque se hartan de vivir normalmente y
empiezan a buscar los excesos y a experimentar sensaciones nuevas, hasta que se
desequilibra totalmente la armonía en el ser humano y su entorno y se genera
daño a sí mismo y a los demás y la creación.
Veamos lo sabio
que es amar el trabajo y desempeñarlo con honestidad e integridad, desde
distintos puntos de vista:
EL
TRABAJO EN LA BIBLIA
(Génesis 1:28)
La Biblia registra la vida
de un pueblo trabajador por excelencia. Desde la perspectiva teológica el
trabajo es un quehacer creativo con el propósito de obtener el beneficio
necesario, tanto en lo personal como en lo familiar. Dios mismo realiza un
trabajo creativo en todo lo que significa la creación (Gén. 1:1ss). Más aún, el
primer mandato a Adán y Eva es trabajar (Gén. 1:28) en armonía con la creación.
Es el Dios Creador quien hace coopartícipe al ser humano de su obra creadora
para que esta perdure por siempre. En el Nuevo Testamento el trabajo también
adquiere importancia. Jesús mismo trabajó por reino de los cielos. Los
apóstoles y demás discípulos también siguen esta línea del quehacer creador; es
decir el trabajo.
El trabajo en sí no es una
maldición, tal como se interpreta en Gén. 3:17-19, sino que es una tarea
creadora. Lamentablemente, después de la caída de Adán y Eva, el trabajo será
en adelante con dolor. En el proceso del trabajar seis días , el descanso
es un día de reposo, con el fin de reponer fuerzas y reservado para Dios. Él lo
bendijo y lo santificó (Gén. 2:1-3). Dios mismo después de trabajar arduamente
en el proceso de la Creación, descansó en el séptimo día. Dios nos ha dado a
cada de nosotros esa capacidad creadora para obtener algún beneficio del mismo,
de modo, que todos debemos tener esas oportunidad de generar el beneficio
necesario para nuestro propio bien y el de nuestra familia. Nada cae del cielo,
todo se logra en base de esfuerzo creativo. Esa capacidad creadora es al final
de cuentas una gran bendición de nuestro Creador. Sin embargo, hay un día que
es nuestra ofrenda a Dios y en ese día debemos alabarlo y rendirle culto.
Lamentablemente este último aspecto ha sido obviado por el ser humano en los
días de hoy.
Jesús entre sus muchas
acciones, alaba al hombre laborioso y lamenta la desocupación (Mateo 20:1-16).
Más adelante, el apóstol Pablo hace una exhortación de trabajar y no ser
perezoso (Romanos 12:11). Por otro lado, Jesús enfatiza que el obrero es digno
de su salario (Lucas 10:7). Es decir, todo trabajo debe ser recompensado, ya
que de ese quehacer creador depende su bienestar y el de su familia. No nos
debe sorprender el rol de artesano -carpintero, que Jesús asumió para sostener a
su familia. Los discípulos de Jesús eran también artesanos y desde sus trabajos
fueron llamados para trabajar en el reino de Dios. Vemos también como Pablo
quien era un artesano -constructor de carpas, se ganaba su salario con la obra
creadora de sus manos.
Hoy en día este tema es un
asunto álgido en la vida de todo ser humano; por un lado hay personas que viven
muy bien de su actividad laboral y hay otros que sufren por tener esa misma
oportunidad. Se ha calificado muchas veces esa actividad creadora de una manera
desproporcionada, según intereses de algunos que tienen el monopolio del
trabajo. Parece mentira creer que hay trabajos que reciben una gran cantidad de
dinero en forma exuberante, mientras que otros reciben una miseria por la misma
actividad realizada. Es decir, hay una injusticia en la generación de trabajos.
No descartamos los dones privilegiados de algunas personas, dones que han sido
dado por Dios para una tarea específica, lo que genera un trabajo especializado
(Romanos 12: 4-6; 2 Corintios 12).
Un asunto que nos debe
llamar mucho la atención es que hoy en día hay un alto índice de desocupación
lo que no permite a muchas personas gozar de esa bendición de Dios de ser
partícipe de Su obra creadora. En otros casos existen los trabajos inhumanos,
con graves consecuencias. La pobreza y la miseria son consecuencias de estas
injusticias del hombre por el hombre. Dios no quiera que siga existiendo esta
situación, de ahí que seguirá siendo vigente la voz profética de Su iglesia
para desterrar todo tipo de injusticia y explotación.
También nos debe llamar a
preocupación el hecho de que el trabajo se haya convertido en una actividad
deshumanizadora en vez de una actividad creadora. Vemos casos de agotamiento,
strees, rutina, desvalorización, automatización, etc. Haciendo una relación
entre el trabajo y el descanso vemos que los porcentajes con respecto al
trabajar ha excedidito sus límites, por ejemplo, veamos la siguiente relación:
- Trabajo
- descanso: 15 horas diarias laboradas (62.5 %)
- Trabajo
- recreación: 0 (0 %)
- Trabajo
- Dios: 1 hora a la semana -culto ( 0.0059
%)
Esta es la cruda realidad
de nuestra actitud con relación a la labor realizada por cada uno de nosotros y
nuestra relación con Dios en relación al tiempo que le damos para él.
Quiera el Señor nos libere
de esta esclavitud y nos permita generar nuevas oportunidades de trabajo para
otros. Que todo lo que realicemos sea para la honra y la gloria de nuestro
Señor Creador. Amén.
Rev. Lic. Jorge Bravo C.
LA PEREZA SEGÚN LA BIBLIA:
Pregunta:
"¿Qué dice la Biblia acerca de la pereza?"
Respuesta:La primera ley de movimiento de Newton establece que un objeto en movimiento tiende a permanecer en movimiento, y que un objeto en reposo, tiende a permanecer en reposo. Esta ley se aplica a la gente. Mientras que algunos son naturalmente impelidos hacia complejos proyectos, otros son apáticos, requiriendo motivación para vencer la inercia. La pereza, siendo un estilo de vida para algunos, es una tentación para todos. Pero la Biblia es clara en que como el Señor, quien es un Dios trabajador, ordenó el trabajo para el hombre, la pereza es pecado. “Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio.” (Proverbios 6:6).
La Biblia tiene mucho que decir acerca de la pereza. Los Proverbios especialmente, están llenos de sabiduría concerniente a la pereza y advertencias a la persona perezosa. Ellos nos dicen que una persona perezosa odia el trabajo: “El deseo del perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar.” (21:25); le encanta dormir: “Como la puerta gira sobre sus quicios, así el perezoso se vuelve en su cama.” (26:14); da excusas: “Dice el perezoso: El león está en el camino; el león está en las calles.” (26:13); desperdicia tiempo y energía: “También el que es negligente en su trabajo, es hermano del hombre disipador.” (18:9); él cree que es sabio, pero es un tonto: “En su propia opinión el perezoso es más sabio que siete que sepan aconsejar.” (26:16).
Proverbios también nos dice el final que le espera al perezoso: “La mano de los diligentes señoreará; mas la negligencia será tributaria.” (12:24); su futuro es sombrío: “El perezoso no ara a causa del invierno; pedirá, pues, en la siega, y no hallará.” (20:4); puede llegar a empobrecer: “El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será prosperada.” (13:4).
No hay lugar para la pereza en la vida de un cristiano. Un nuevo creyente es verazmente enseñado que “...por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” (Efesios 2:8-9). Pero un cristiano puede volverse haragán si erróneamente cree que Dios no espera fruto de una vida transformada. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” (Efesios 2:10). Los cristianos muestran su fe mediante sus obras. “. . . yo te mostraré mi fe por mis obras. . . Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.” (Santiago 2:18, 26). La pereza viola un propósito de Dios – las buenas obras. El Señor, sin embargo, fortalece a los cristianos para vencer la propensión carnal a la pereza, al darnos una nueva naturaleza (2 Corintios 5:17).
En nuestra nueva naturaleza, somos motivados a ser diligentes y productivos por amor a nuestro Salvador quien nos redimió. Nuestra antigua propensión hacia la indolencia – y todos los demás pecados – ha sido reemplazada por un deseo de vivir una vida santa: “El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.” (Efesios 4:28). Somos instados a nuestra obligación de proveer para nuestras familias a través de nuestro trabajo. “Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.” (1 Timoteo 5:8); y para otros en la familia de Dios: “Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido. En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.” (Hechos 20:34-35).
Como cristianos, sabemos que nuestros trabajos serán recompensados por nuestro Señor, si perseveramos en ser diligentes: “No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.” (Gálatas 6:9-10); “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.” (Colosenses 3:23-24); “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.” (Hebreos 6:10).
Los cristianos deben trabajar en la fuerza de Dios para evangelizar y discipular. El apóstol Pablo es nuestro ejemplo: “….que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre; para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.” (Colosenses 1:27b-29). Aún en el cielo, continuará el servicio de los cristianos a Dios, aunque ya no abrumados por la maldición (Apocalipsis 22:3). Libres de enfermedad, tristeza y pecado – aún de pereza – los santos glorificarán al Señor por siempre. “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” (1 Corintios 15:58).
CONSEJOS DE DIOS PARA TU TRABAJO
El Trabajo: Un
enfoque Bíblico
Por Wilbur
Madera, Third Millenium Ministries
Es lunes. .
.en punto de las seis de la mañana, suena el despertador. El fin de semana
que pasó como un suspiro fue de actividad intensa. Juan se levanta y se asea,
listo para comenzar otra semana laboral. Un poco antes de las seis, ese mismo
lunes, María ya había despertado. Los niños entran a las siete a la escuela y
ella sabe muy bien, que no llegarán a tiempo a menos que se levante un cuarto
para las seis. Mientras prepara el desayuno, está repasando su lista de
pendientes y actividades que deberá cubrir ese día para que el hogar siga
adelante. Es lunes . . .la semana de labores y trabajo comienza. El fin de
semana próximo se vislumbra apenas a la distancia y con mucha añoranza. ¿Te
parecen familiares estas escenas?
¿Quién inventó el trabajo? ¿Es acaso el invento de una sociedad capitalista obsesionada por la acumulación de riqueza? ¿Acaso es una maldición que vino a la humanidad por la Caída? La Biblia, como para todo lo demás, tiene respuestas sobre este asunto y necesitamos conocerlas. Algunos desprecian el trabajo al punto de decir: “Mira si el trabajo no es algo terrible que hasta tienen que pagarte para que lo hagas”. Otros, por su parte, idolatran el trabajo hasta el punto de sacrificarlo todo por él. Por eso, como cristianos, es importante entender cómo quiere Dios que pensemos y actuemos respecto al trabajo. Podemos definir el trabajo como aquel esfuerzo mental o físico encaminado a cumplir el mandato de Dios de señorear la tierra ya sea que recibamos algún salario o no. A continuación exploraremos tres verdades bíblicas acerca del trabajo. |
I. El trabajo
es una Bendición
Muchas personas creen que el trabajo llegó a la humanidad como una maldición por haber caído en pecado. Esta idea se deriva de una mala interpretación de Génesis 3:17-19. Las palabras “con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra” no significan que antes de la caída no había trabajo, sino más bien, que esta actividad instituida por Dios se tornaría complicada y dificultosa por estar la tierra bajo la maldición del pecado.
De ninguna manera podemos concluir que hoy trabajamos por causa del pecado. De hecho, la Biblia nos presenta que el trabajador por excelencia es Dios mismo (Ge 1). Dios no es ningún holgazán, perezoso y desobligado. Jesús dijo: “Mi padre hasta ahora trabaja” (Jn 5:17).
La Biblia también nos aclara que Dios puso a Adán, Su imagen, en el huerto del Edén para que trabajara (Ge 2:15). Adán no estaba en un centro vacacional en el Edén, estaba trabajando. Como vemos, el trabajo ya existía aun antes de la caída.
Por supuesto, la caída vino a complicar las cosas. Ahora nos esforzamos y el sudor corre por nuestros rostros, pero logramos muy poco. La tierra fue maldita por el pecado y esclavizada a la futilidad. Pero espera su liberación cuando los hijos de Dios sean manifestados (Ro 8:19-21).
Entonces, no veamos el trabajo como una maldición, sino más bien, como una bendición. Es el plan de Dios para las vidas de sus imágenes. Cuando trabajamos estamos reflejando a nuestro Padre que también trabaja.
II. El trabajo
es una Obligación
En 2 Tesaloniceses 3:6-12 el apóstol exhorta a los holgazanes y plantea el deber de trabajar. El problema era que algunos de la congregación vivían desordenadamente. ¿Qué hacían? Teniendo la capacidad física y mental para hacerlo, no estaban trabajando (v.11). Pablo dice que la solución es que “trabajando sosegadamente, coman su propio pan”. Y de allí surge la famosa frase tan mencionada: “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma”. El trabajo es un deber, es una obligación.
Por medio del trabajo logramos señorear la tierra y ganar nuestro sustento. En otra epístola, Pablo llega a decir que si alguien no provee para los suyos es peor que un incrédulo, incluso ha negado la fe por negarse a proveer el sustento (1Ti 5:8). También se nos dice en Efesios 4:8 que el que hurtaba ya no debe hacerlo sino debe trabajar para compartir con los necesitados. El trabajo es obligatorio si queremos agradar a Dios.
Entonces, el trabajo no es una opción para aquellos que tenemos las facultades físicas y mentales para realizarlo. No estemos buscando maneras para no trabajar. Si tiendes a la pereza y a la vida fácil, debes recordar que el trabajo es una obligación. Dios nos quiere activos, diligentes y productivos.
III. El trabajo
es un acto de Adoración
Cuando pensamos en el trabajo, pensamos en cómo éste suple nuestras necesidades materiales ya sean personales o de otros, pero nunca pensamos que el trabajo sea algo espiritual. Es decir, algo que tenga que ver con la gloria de Dios, que sea un acto de adoración.
En Colosenses 3:22-24, el Señor nos dice a los que trabajamos que debemos hacerlo para agradarle y no para agradar a los hombres (v.22). Que debemos trabajar como para el Señor y no sólo para los hombres (v.23) y que cuando trabajamos estamos sirviendo a Cristo (v.24).
¿Te das cuenta que esta perspectiva puede revolucionar tu vida laboral? Esta perspectiva te dice que no trabajes por la quincena, sino para honrar a Dios. Que no trabajes para tener contento al jefe, sino para agradar a Dios. Que cuando haces un trabajo para la compañía donde laboras estás trabajando para Cristo. No importa cual sea tu ocupación (lícita, por supuesto), si cambias tuberías o reparas computadoras, si cambias pañales o vendes artículos, si enseñas a niños o recoges basura, si diriges al personal de una empresa o lavas y planchas, cuando trabajas puedes glorificar a Dios con lo que haces. Más allá del salario, de lo popular de tu trabajo, de lo monótono y cansado que pueda ser, recuerda: Eres siervo de Cristo. Estás adorando a Dios al trabajar.
Conclusión
Si tienes una mala actitud hacia el trabajo, recuerda que Dios te lo ha dado como una bendición. Si te ves tentado por la pereza, recuerda que Dios nos dice que el trabajo es una obligación. Si crees que a tu ocupación le falta dignidad, recuerda que con tu trabajo adoras a Dios. ¿Qué actitud tendrás el próximo lunes? Puedes despertar agradecido a Dios por la bendición de trabajar, con el gozo de cumplir tu deber delante de Dios y con la alegría de ir más allá del salario y el cansancio, sirviendo al único que merece toda tu adoración.
Si tienes una mala actitud hacia el trabajo, recuerda que Dios te lo ha dado como una bendición. Si te ves tentado por la pereza, recuerda que Dios nos dice que el trabajo es una obligación. Si crees que a tu ocupación le falta dignidad, recuerda que con tu trabajo adoras a Dios. ¿Qué actitud tendrás el próximo lunes? Puedes despertar agradecido a Dios por la bendición de trabajar, con el gozo de cumplir tu deber delante de Dios y con la alegría de ir más allá del salario y el cansancio, sirviendo al único que merece toda tu adoración.
Third Millenium Ministries es una
excelente fuente de enseñanza biblica.
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Cómo ser
feliz en el trabajo
“EL SEÑOR
ENVIARÁ SU BENDICIÓN... SOBRE TODO AQUELLO EN QUE PONGAS TU MANO...”
(Deuteronomio 28:8)
La felicidad
implica que te sientas bien acerca de ti mismo en medio de tus relaciones y
tus logros. Cuando tus dones y habilidades alcancen su pleno desarrollo y son
utilizados a través del trabajo de toda una vida, crecerás en confianza y en
poder. Aquí tienes siete claves para que seas feliz en tu empleo:
(1) Ve el trabajo como
un regalo del Señor y no como un castigo: “...a todo hombre a quien Dios da
bienes y riquezas, le da también facultad para que coma de ellas, tome su
parte y goce de su trabajo. Esto es don de Dios” (Eclesiastés 5:19);
(2) Reconoce a Dios como tu verdadero jefe: “Servid de buena voluntad, como al
Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno haga, ése
recibirá del Señor” (Efesios 6:7-8);
(3) Dedícate a la tarea
que sea compatible con tus dones:“Si alguno... ministra, ministre conforme al
poder que Dios da, para que en todo Dios sea glorificado...” (1 Pedro 4:11);
(4) Aprende lo que puedas acerca de tus tareas: “El sabio... escucha y aumenta su
saber, y el inteligente adquiere capacidad...” (Proverbios 1:5);
(5) Aprovecha la crítica para tu ventaja. De hecho, haz que te sirva para algo,
pidiendo sugerencias y corrección: “Pobreza y vergüenza tendrá el que
menosprecia el consejo, pero el que acepta la corrección recibirá honra” (Proverbios
13:18);
(6) Haz más que lo que esperan de ti: “...a cualquiera que te obligue a
llevar carga por una milla, ve con él dos” (Mateo 5:41). Pertenece
al “club” de los que van la “milla extra”;
(7) Haz que Jesús sea tu “socio de trabajo”. Sigue estando consciente de la
presencia de Cristo durante todo el día mientras realices fielmente tus
obligaciones (lee Hebreos 12:2): “Tú guardarás en completa paz a
aquél cuyo pensamiento en Ti persevera, porque en Ti ha confiado” (Isaías
26:3).
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Trabajar en circunstancias difíciles
"EL SEÑOR
DIOS... LO PUSO EN EL HUERTO..., PARA QUE LO LABRARA Y LO CUIDARA"
(Génesis 2:15)
Rechaza
cualquier pensamiento de ser la "pobre víctima" que te robe la paz
y te prive de estar contento. Tu trabajo, a pesar de los desafíos, habría
sido el sueño de tus antepasados. ¿No oraste para conseguir este empleo del
cual ahora te quejas? Aunque sea difícil de aceptarlo, estás en estas
circunstancias por un motivo, y sólo será por algún tiempo. Estudia el curso;
haz los exámenes, termina la carrera y sigue adelante hacia lo que Dios tiene
guardado para ti. Hay algo que tienes que aprender y llevar contigo desde tu
situación actual hacia la próxima. ¿Como qué? (a) Cimentar aptitudes; (b)
Forjar carácter. Aparte de ser hábil con los programas Excel y Word del
ordenador puede que tengas que adquirir paciencia y gratitud. Posiblemente
debes aprender a dirigir una oficina, además de controlar tus caprichos.
Ninguna experiencia es jamás una pérdida de tiempo para los que aman al
Señor.
Escucha:
"...todas las cosas los ayudan a bien... a los que conforme a su
propósito son llamados" (Romanos 8:28b). A veces es difícil ver eso en
el mismo instante. Cuando José estuvo en el pozo (lee Génesis 37:23,24) y más
tarde en la prisión (capítulo 39:20), era difícil ver que aquella "ruta"
le conduciría al palacio, pero así fue (capítulo 41:37-45). Dios tiene un
plan magistral para tu vida. Tu presente tarea bien puede ser una preparación
para el trabajo que el Señor tiene pensado para ti. Mira atrás y ve los pasos
que te han hecho llegar al rumbo actual. Después, confía en que Dios está
usando cada experiencia para llevar a cabo su voluntad en ti – y tu alegría.
|
El trabajo bien
hecho da su propia recompensa. Nos proporciona un sentido de valor. Sin un
propósito, tendemos a deprimirnos. No caigas en la trampa de la promoción
publicitaria exagerada de los medios de comunicación que dice que la gente de
éxito no tiene que trabajar. Todos fuimos creados para cumplir una finalidad,
independientemente de cuánto dinero haya en nuestra cuenta bancaria.
Dios envía a su
pueblo hacia zonas hostiles para ser "sal", que cura y saca lo mejor
cuando es esparcida. Es un honor ser escogido para el encargo; ¿te sientes
también así?
El Señor sabe
que si en cualquier situación nos acomodamos demasiado, tendemos a holgazanear
demasiado tiempo allí donde estemos. Al "tostarnos" en la
tranquilidad y dicha no contenciosa, nos perdemos las bendiciones que vienen a
través del enfoque, del propósito realizado y de la guerra. Sí, ¡guerra! La
figura de un soldado nos parece demasiado drástica, pero no te olvides:
"...sufre penalidades como buen soldado…" (2 Timoteo 2:3). Hemos sido
llamados para entrar en situaciones inhóspitas, tomar el territorio y demostrar
a otros lo que es vivir bajo la señoría de Jesús. Nos involucramos muy
fácilmente en situaciones mundanas, como jefes agobiantes, politiqueo de
oficina, chismorreo que causa enfriamiento de relaciones, y tratamiento
injusto, los cuales no nos dejan lograr ver la razón de Dios por estar allí.
¿Se te ha
ocurrido que podrías ser el único creyente a quien se le conoce en el lugar de
tu trabajo, o mejor dicho: el primero que haga que Cristo sea bien visto y que
su mensaje sea atractivo? El destino eterno de alguien podría depender de tu
testimonio y actuación... Es posible que de momento no esté interesado en lo
que tienes que decir, pero la muerte, el divorcio, la enfermedad o la
adversidad puede cambiarlo todo en "un abrir y cerrar de ojos". Es
cuando el mundo va a buscar el consejo de "los muchachos que echaron al
horno ardiendo y también del que arrojaron al foso de los leones" (lee
Daniel, capítulos 3 y 6), pues nadie más tiene la respuesta. Así que,
"...(hacedlo) [haz] todo para la Gloria de Dios" (1 Corintios
10:31b).
Mientras David
estaba fuera en el campo cuidando a las ovejas, los ojos de todo el mundo
estaban fijos en Saúl. Pero no los de Dios; los suyos estaban en David,
observando cómo adoraba, cómo su carácter, relación con Él y temor del Señor se
desarrollaban, y cómo enfrentaba el mal. ¿Sería intimidado fácilmente, o tenía
la "madera" de la cual los reyes deberían estár hechos? ¿Cómo se
comportaría en la batalla? ¿Vería a un gigante humano, o a un Dios gigantesco
apoyándole? ¿Era orgulloso y autosuficiente, corriendo delante del Señor, o
confiaba únicamente en Él? ¿Sería justo con las personas? ¿Cómo manejaría la
autoridad? ¿Hablaría mal de aquéllos que estaban por encima de él o respetaría
a los que estaban en autoridad, independientemente de sus defectos personales?
David no era
totalmente consciente de aquello que Dios había planificado para él, pero
reconoció al Señor en todos sus caminos. Alguien dijo una vez: "El
carácter es lo que eres cuando nadie te mira". Bien, ¡Dios siempre está
mirando! Él observaba a David; ¡y también te vigila a ti!
La mayoría de
nosotros no trabaja como si el Señor nos observara o incluso se preocupara por
el trabajo que estamos haciendo. Fallamos en darnos cuenta de que la promoción
no viene "...ni de oriente ni de occidente..., ...[sino de] Dios"
(Salmo 75:6-7). ¿Entiendes que aunque tu oficio actual pueda ser dificilísimo,
el Señor te ha colocado allí para un propósito? Él te ha puesto en ese lugar
para que puedas aprender a tratar con el enemigo, crecer en gracia y madurez y
ser entrenado para cosas mejores. ¡Piénsatelo!
¿Piensas que tienes
una labor difícil? David trabajó para un rey violento, atormentado por un
espíritu malo que le arrojó lanzas (lee 1 Samuel 18:10)... La tarea de David
consistía en traer paz, orden y productividad en esa situación peligrosa.
Observa dos cosas importantes:
(1) David no
intentó orar para que desapareciera su problema. Si hubiera orado para que el
espíritu malo de Saúl se alejara de él, habría eliminado la oportunidad de
servir a Dios en aquel entorno y en los siguientes. David sabía que el Señor
tenía para él algo bueno en el "tintero", y por eso siguió alegre,
atento a la voz de Dios y averiguó lo que hacía falta en cada momento a fin de
que el Señor apareciera. Dios es un "profesional" en cómo resolver
problemas, y cuando los ve, envía a su delegado "profesional". El
Señor puede equiparte para la solución en cualquier problema, con el propósito
de que Él pueda ser manifestado en medio de la confusión;
(2) Cuando
David fue llamado, no acudió con las manos vacías; llegó con regalos. Él trajo
"...un asno cargado de pan…" (1 Samuel 16:20). ¡También se llevó su
arpa y la habilidad para tocarla (lee 1 Samuel 16:14-18)! No preguntó:
"¿Qué provecho sacaré de esto?". Tenemos que deshacernos de nuestro
espíritu de "dame" y sustituirlo por un corazón que está dispuesto a
servir. Esto implica mantener una postura correcta que diga: `Puede ser que sea
un tiempo difícil, pero sólo es temporal. Por lo tanto, comprobaré mi actitud
regularmente y estaré agradecido por lo que tengo, para que se me pueda confiar
lo que estoy a punto de recibir. Mientras estoy aquí, voy a hacer feliz al
Señor. Él me escogió para esta tarea, y demostraré a aquéllos con los que
trabajo que tengo algo que ellos necesitan'.
David sabía que
Dios le había llamado antes de que fuera a trabajar para el rey Saúl. ¡Esto es
muy importante! Aparte de lo que haces, debes saber quien eres; de lo contrario
terminarás trabajando con más empeño para ser apreciado que por tus quehaceres.
Esto no sólo envía la señal equivocada a tus compañeros de trabajo y a tus supervisores,
también te priva de tu verdadera identidad en Cristo, además de la base sólida
de seguridad, apacibilidad y alegría que tu tarea provee. Más bien, tu
autoestima fluctuará como la popularidad de un político en un año electoral,
subiendo un día y bajando el siguiente... En lo que se refiere a tu estado de
ánimo y desilusiones inesperadas, aparte de unos pocos momentos de eulogio que
puede o no ser sincero, terminarás por estar metido en una "montaña
rusa", ya que cuando otros se enteren de que te desenvuelves a través del
reconocimiento, tendrán la "llave" para manipularte con el fin de
llevar a cabo sus propios objetivos.
Estar sediento
de reconocimiento da poder a otros sobre ti para limitarte e influenciarte.
¡Esto es peligroso! Es difícil oír la voz del Señor (que a menudo nos guía en
contra de la "marea" de la opinión popular) cuando has afinado tus
oídos para responder sólo a la voz del jefe o a los comentarios del cliente.
Escucha:
"...hacedlo todo para la Gloria de Dios" (1 Corintios 10:31b). Ya sea
barriendo o planificando un presupuesto, ¡hazlo todo como para el Señor! Cuando
experimentas su gozo en lo que estás haciendo, incluso si es algo que no te
gusta hacer particularmente pero sabes que estás donde debes estar por ahora,
no necesitas la afirmación de nadie más.
"Cómo ser
feliz en el trabajo" y "Trabajar
en circunstancias difíciles" han sido publicados en "La
Palabra Para Hoy", escrito por Bob y Debbie Gass, con la colaboración de
Ruth Gass Halliday
¡Manda un
e-mail a palabra-subscribe@yahoogroups.com para
que "disfrutes" de estas "vitaminas" cada día!
Si lo desea,
puede obtener una versión trimestral impresa, haciéndonoslo saber por e-mail a:
palabra@cliveread. Com
LA
BIBLIA Y EL TRABAJO HUMANO.-
Por Guillermo
R. Gagliardi.-
Una
de las exhortaciones Bíblicas más apremiantes sobre el Valor del Trabajo y la
Caridad es la Primera Epístola de San Pablo (nacido en Turquía en 6-10 y muerto
en Roma en 67 d. C.) a los habitantes de Tesalónica (4, v.
11 y 12):
“Todavía
os exhortamos, hermanos, a progresar más y a que os esforcéis por llevar una
vida quieta, laboriosa, en vuestros negocios, y trabajando con vuestras manos
como os lo hemos recomendado, a fin de que viváis honradamente a los ojos de
los extraños y no padezcáis necesidad”.
Es
la inicial “Ascesis del Trabajo”, su cualidad bíblica de castigo y penitencia.
En
la 2ª epístola (3:7 y ss.):
“Con
afán y con fatiga trabajamos día y noche...
Y
mientras estuvimos entre vosotros, os advertíamos que el que
no quiere trabajar no coma.
Porque
hemos oído que algunos viven entre vosotros desordenadamente, sin hacer nada,
sólo ocupados en curiosearlo todo.
A
estos tales les recomendamos y exhortamos en el Señor Jesucristo que trabajando
sosegadamente coman su pan”.
Saulo
de Tarsos exalta en estas conceptuosas
cartas al “Valor Moral”, la “Ejemplaridad” y la “Humanización” de la Vida
Laboriosa.
El
Trabajo debe ser “fuerte” y “vigoroso”:
“Si
fueres flojo en el día de trabajo, tu fuerza será reducida”.
(Proverbios,
24:10).
Es
entendido como medio para satisfacer necesidades primarias de comida y de la
vida en general, y en segundo lugar, como algo “honroso”, con importancia
comunitaria.
Siempre
es una incitación al Trabajo ordenado, nunca desaforado ni vanamente
afanoso, sino continuamente “sosegado”, con objetivos claros y conscientes, en
sentido individual y colectivo.
Expresa
J. M. Merlín
(en su “La cruz del trabajo”, ‘Esquiú’, 17-8-1980):
“El
trabajo es una colaboración con Dios y con los demás hombres en el desarrollo
de la Sociedad y del Mundo, que viene a refluir en la propia perfección del
Trabajador”.
Pues
al perezoso en el trabajo lo invadirán la necesidad y la pobreza “como hombre
armado” advierten los Proverbios (24:34).
En
el Evangelio según San Lucas (“el médico más querido”, discípulo y compañero de
viajes de Pablo, escribió el 3er. Evangelio y los “Hechos de los
Apóstoles&rdquo, se relata la
obra memorable y los viajes de Jesús. Allí, en el cap. 10, vers. 38-42, en
Jerusalén:
“Yendo
de camino, entró en una aldea, y una mujer, Marta de nombre, le recibió en su
casa.
Tenía
ésta una hermana llamada María, la cual, sentada a los pies del Señor,
escuchaba su Palabra.
Marta
andaba afanada en los muchos cuidados del servicio, y acercándose, dijo: Señor,
¿no te preocupa que mi hermana me deje a mí sola en el servicio?. Dile, pues,
que me ayude.
Respondió
el Señor y le dijo: Marta, Marta, tú te inquietas y te turbas por muchas cosas;
pero pocas son necesarias, o más bien una sola. María ha escogido la mejor
parte, que no le será arrebatada”.
Esta “mejor
parte” no es otra cosa que el Reino de Dios, que ella veía en la palabra de
Cristo. Estas dos hermanas, simbolizan en la historia de la Espiritualidad
Cristiana: la Vida Activa y la Vida Contemplativa.
El
texto bíblico reivindica la
trascendencia del Ocio, del Ocio Contemplativo, filosófico y creativo.
Humanizante.
El
filósofo germano Josef Pieper (1904-1997) ha escrito que el Ocio
“es uno de los fundamentos de la Cultura Occidental”.
“Es
necesario para la perfección de la comunidad humana que haya hombres que se
consagren (como María en el ejemplo de las Escrituras) a la vida ‘no útil’ de
la Contemplación”.
Identificamos a
través de ese texto, la “santa ociosidad”, una evasión de las necesidades
apremiantes y urgentes, para acceder a las “fundantes” y “esenciales”, a las
“religantes”, que nos hagan ver el Mundo con claridad y serenidad.
Paulo
VI (1897-1978), Papa 1963-1978, lo enunció concluyentemente en 1978, al
comunicar que las vacaciones y descansos de la esfera laboral
“no
son solamente una hermosísima pausa que interrumpe, con un gozo físico y
exterior, la monotonía profesional de su propio trabajo, sino también y sobre
todo, un encuentro del hombre consigo mismo, con su profesión, con el valor de
su propia existencia”.
El
Ocio como un re-encuentro, un Centrarse
del Ser en sí mismo, des-mundanización que es Humanización plena y metafísica.
El
Evangelista Pablo, con su voz ardiente y comunicativa expresaba a los
corrompidos Corintios (Primera Epístola, 16:13 y ss.):
“Velad
y estad firmes en la Fe, obrando varonilmente y mostrándoos fuertes.
Que
todos vuestros trabajos sean hechos con caridad.
Un
ruego voy a haceros, hermanos: ...Mostráos diferentes...con todos cuantos
trabajan y se afanan”.
Pide
el sostenimiento recto de la Fe, la Fuerza, y la Caridad en nuestra Labor.
Estimaremos y estimularemos a quienes se esfuerzan y laboran con dedicación.
La
Labor Humana es como el Camino de la Cruz, “Via Crucis”, penoso, lleno de
renuncias y sacrificios, con el fin de “superarse”, de “mejorarse”
incesantemente.
En
su Epístolas a los Efesios (4:28), el Apóstol
de las Gentes expone la conducta del Verdadero Cristiano, del que recibe los
Dones divinos, la Gracia: deberá desechar la mentira, no hurtar ni caer en la
ira diabólica, sino Trabajar:
“haciendo
con sus manos lo que es bueno”.
“Alégrate en el Trabajo”,
“Que tu alma se alegre en el Trabajo”.
(Eclesiastés, 2:24).
“He
visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque
ésta es su parte, porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser
después de él?”.
Así se
valoriza humana y divinamente el Trabajo, y sobre todo, destaca la Nobleza del
Trabajo Manual, que significa y que debe estar iluminado para hacer el Bien,
“para
que tenga qué compartir con el que padece necesidad”.
Hay
Tiempo para Laborar, para Construir y Obrar, así como hay un tiempo de
Llorar y uno de Morir: porque el Trabajo es Don de Dios.
· San
Juan Evangelista, el discípulo predilecto de Jesús, el más joven, narra en sus
escritos (6:27) las palabras de Cristo en su gran Discurso sobre el Pan de
Vida.
Jesús
es Dios Encarnado en una vida humana y quien recibe su mensaje, quien cree en
Él, tendrá Vida Eterna:
“Trabajad,
no por la comida que perece, sino por la comida, pero la vida eterna
permanece”.
El
de Nazareth viene a decirnos que Trabajemos para realizar Fines Trascendentes,
y no sólo para satisfacer contingencias, siempre pasajeras.
Demos
trabajar para concretar valores que consideramos más sólidos, que lo
exclusivamente utilitario, por aquellos que vayan más allá de lo material,
insertando nuestra actividad en una escala de estimaciones espirituales,
metafísicas.
En
el Eclesiastés (9:9 y ss.) el Predicador insta al Goce vital y las Labores
Mundanas, al amor al Trabajo y la Vida. Ése es uno de los principios de la
Sabiduría: vivir y trabajar alegremente:
“Todo
lo que puedas hacer, házlo en tu pleno vigor, porque no hay en el sepulcro,
adonde vas, ni obra, ni razón, ni ciencia, ni sabiduría”.
Trabajar
es Vivir, ejercer nuestro derecho y deber a la Vida, con “pasión”, con
dedicación y en Plenitud.
Génesis
(3:17 y 19):
“Con Trabajo comerás de ella (de la tierra) todo el
tiempo de tu vida”.
“Con
el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra”.
Condena
al Hombre “por haber escuchado a tu mujer comiendo del árbol
de que te prohibí comer”, a luchar con su energía total por Vivir.
· El
Trabajo, mandato de Jesucristo y ejemplo de sus Apóstoles, es, según Juan Pablo
II (1920-2005, Papa 1978-2005)
“una
verdadera vocación, de transformación del mundo en espíritu de servicio y amor
a los hermanos, para que la persona se realice a sí mismo y contribuya a la
humanización progresiva del mundo y de sus estructuras”.
En
la Historia de la Iglesia Católica es trascendental el dictado magistral de
León XIII (1810-1903, Papa desde 1878), de la Encíclica “De Rerum Novarum”, De
las Cosas Nuevas, (1891), llamado de atención al mundo sobre el valor cristiano
de la acción laboral de gran influencia en el pensamiento universal.
Noventa
años después, el Papa Karol
Wojtiwa publica su “Laborem Exercens” (1981, Sobre el Trabajo humano), que
resume en 27 postulados, (tópicos agrupados según los siguientes temas: I.
Introducción, II. El Trabajo y el Hombre, III: Conflicto entre Trabajo y
Capital en la presente fase histórica, IV. Derechos de los Hombres del Trabajo,
V: Elementos para una espiritualidad del Trabajo), la
Filosofía Laboral a la luz de
la Cosmovisión Católica:
l.-
El trabajo humano 90 años después de la “Rerum Novarum”. Nuevos interrogantes y
problemas.
2.-
La Iglesia frente a la cuestión social.
3.-
El problema del Trabajo, clave para la solución gradual de la cuestión social.
4.-
Enseñanza del Génesis: el Hombre, imago Dei, llamado a ser dueño de la Tierra
mediante su trabajo colaborando con el Deus Creator.
5.-
El trabajo en sentido objetivo. La técnica, aliada y posible adversaria del
hombre.
6.-
Sentido subjetivo. El fundamento para determinar el valor de esta actividad es
el hecho de que quien lo realiza es una Persona.
7.-
Error del Capitalismo del siglo XIX (materialista-economicista). El trabajo
como mercancía. El hombre como instrumento de Producción.
8.-
Una justa reacción social contra la degradación humana.
9.-
El trabajo, Bien del hombre que expresa y aumenta su dignidad, “bonum arduum”
según Sto. Tomás de Aquino. Mediante el trabajo el
hombre se realiza a sí mismo como tal.
10.-
Existe una Dimensión Social: el hombre trabaja para otros, la familia, el resto
de la comunidad, la grandeza nacional.
11.- El
conflicto entre “Mundo del Capital” y “Mundo del Trabajo”, expresado en el
conflicto ideológico Liberalismo-Marxismo, y transformado en Lucha de clases.
12.-
Prioridad del Trabajo sobre el Capital. Éste, un conjunto de cosas, es un
instrumento subordinado a él.
13.-
Un sistema de trabajo es justo si en su raíz supera la antinomia entre Trabajo
y Capital. Error del Liberalismo es haber
separado el Trabajo del Capital y haberlo contrapuesto.
14.-
La propiedad que se adquiere mediante el Trabajo es un verdadero Derecho con
una intrínseca función social. Existe el Derecho Común de todos a usar los
Bienes de la Creación.
15.-
Es necesario que el hombre conserve la conciencia de trabajar en “algo propio”,
que se sienta corresponsable y coartífice en el puesto laboral.
16.-
Es un Deber humano y al mismo tiempo fuente de Derechos.
17.-
Importancia del empresario indirecto para una política laboral correcta desde
el punto de vista Ético.
18.-
El desempleo, una calamidad social. El subsidio a favor de los desocupados.
Necesidad de una Planificación global.
19.-
El Salario es la verificación –clave y
concreta de la justicia de un sistema socio-económico. Revalorización de la
labor materna.
20.-
El Sindicato es un elemento indispensable de la vida social. Asegura los justos
derechos humanos en el marco del Bien Común de toda la sociedad.
21.-
Dignidad del Trabajo Agrícola.
22.-
La persona minusválida y el trabajo.
23.-
El trabajo y el problema de la emigración.
24.-
Dar al trabajo concreto aquel significado que tiene ante los ojos de Dios.
25.-
El hombre mediante su trabajo participa en la Obra del Creador. La desarrolla y
completa.
26.-
Cristo, el Hombre del Trabajo.
27.-
La fatiga y la alegría del Trabajo a la luz de la Muerte y la Resurrección de
Cristo.
· La
Mística Pascual del Trabajo consiste en esta Glorificación del Obrar humano
como Goce y como Sufrimiento, como Santificación y Oración.
“Ora
et Labora” predicó San Benito de Nursia (180-547).
Luchemos
por enaltecer al Hombre y al Trabajo mancomunados: pidamos que se consoliden la
dignidad auténtica y el fruto genuino de toda clase de trabajo.
Bibliografía:
Sagrada
Biblia (ed. Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid).
Arvon:
“Filosofía del trabajo”.
Barret:
“Historia del Trabajo” (Eudeba).
Battaglia:
“Filosofía del Trabajo” (en Revista de Derecho Privado, Madrid, 1955).
Caturelli:
“Metafísica del Trabajo”.
Ferrater
Mora: “Diccionario de Filosofía” (t. IV).
Granceschi:
“Concepto cristiano del Trabajo” (Criterio, 8-5-1952; y en su “Antología”,
AICA, 1997. Íd.: “Notas sobre el trabajo humano” (íd., y en Criterio,
14-5-1953).
Ghirardi:
“Filosofía del trabajo”.
Gómez
Morales: “El trabajo en la Biblia” (Zero, 1966).
Haessle:
“El trabajo y la moral”.
Ingenieros:
“Las fuerzas morales”.
SINTETIZANDO:
Un ser humano se siente realizado y satisfecho, cuando depende del trabajo de
sus manos y del sudor de su frente, el que tenga una vida buena, saludable,
equilibrada, con luz, amor y paz; sólo así se llega a una comunión entre el
alma y el cuerpo material y por muy cansado que se termine, se siente la
alegría del deber cumplido y de estar dando frutos para y por el bien propio y
de los demás, aunque muchas veces no sea remunerado ese trabajo, la
satisfacción de realizarlo no lo suplen los placeres mundanos, ésa es una gran
remuneración para la labor espiritual. Así es como debe ser. TODOS PARA UNO Y
UNO PARA TODOS. Cada uno colocando su grano de arena, ayuda a que el planeta y
el universo con sus seres que lo habitan estén equilibrados y evolucionen con
alegría, paz y amor. Mucho cariño y bendiciones a todos. Gracias benditos.
MARTHA LUCÍA.